2011/03/31

ARQUITECTURA ORGÁNICA. SESIÓN 1




ARQUITECTURA ORGÁNICA. DEFINICIÓN.


El concepto orgánico no es fácil de definir y tampoco lo es acotar su extensión en el campo de la arquitectura. La primera impresión de relación con lo natural tiene una buena carga de matices que hacen una primera aproximación. En primer lugar, definimos la arquitectura orgánica como movimiento o estilo que se identifica con la naturaleza en la búsqueda de principios naturales subyacentes, los cuales atañen a su desarrollo y crecimiento. Arquitectónicamente esto se traduce en una humanización de los espacios arquitectónicos. Frente a la arquitectura racionalista, promovida por figuras como Le Corbusier, la arquitectura orgánica, que encontrará su máximo exponente en Alvar Aalto, responde a una relación más estrecha con el hombre, al cual se adapta en forma y funcionamiento.

El espacio orgánico es fluido y representa la vida humana en su relación con el hombre y constituye una simbiosis con él contrariamente al racionalismo, que se centraba en dar motivos canónicos a la arquitectura trascendiendo la individualidad del habitante. La contraposición con el racionalismo lleva a una libertad mayor en el aspecto decorativo de la arquitectura, que trasciende las formas blancas y desnudas. Este espacio se ve materializado por un material que, yendo más allá que el funcionalismo que basaba en el hormigón armado su arquitectura, posee una expresividad espacial mayor. Deberá seguir su propia forma lógica, que participará activamente en la forma total de la obra arquitectónica. En este sentido, el material debe ser al edificio, lo que es el ADN para un ser vivo.

Podemos tratar con tres comparaciones la relación de arquitectura racionalista frente a la arquitectura orgánica, intentando delimitar a esta última. En primer lugar, la arquitectura racionalista surge, como su nombre indica, del raciocinio, del pensamiento, en contraposición con la arquitectura orgánica, que nace de la intuición; la primera resuelve el problema arquitectónico de modo general y cuantitativo, la segunda de modo particular y cualitativo; una se basa en la geometría pura y la estereometría, la otra no sigue ninguna de ellas.



ARQUITECTURA ORGÁNICA. CONTEXTO HISTÓRICO Y ARQUITECTÓNICO.


Pese a haber aparecido en momentos anteriores, sobre todo por citas posteriores, la arquitectura orgánica tiene su inicio en el año 1945, en que Bruno Zevi realiza Hacia una arquitectura orgánica, título que se contrapone a la obra anterior de Le Corbusier Hacia Una Arquitectura. Esto surge en el contexto histórico del final de la Guerra Mundial, que en Italia significó el final del fascismo y, arquitectónicamente, supuso un gran debate sobre la vía que debía seguir la arquitectura italiana en el futuro. Figuras como Piacentini, aunque siguieron siendo importantes, quedaron desfasadas y vinculadas a una arquitectura que se debía superar por su trascendencia política. En esta situación, un joven Bruno Zevi propone una salida para esa arquitectura basándose en los principios ya comentados.

Es clave en todo esto el viaje de Zevi a Estados Unidos en los años 40. Recibe clases de Walter Gropius y, aunque recibe cierta influencia de él, su encuentro con Frank Lloyd Wright lo fascina y le hace ver cómo el futuro de la arquitectura italiana está más relacionado con un viejo americano que con el movimiento racionalista europeo.

Con todo esto, Zevi, junto con otros tres compañeros, forma la APAO (Asociación Por la Arquitectura Orgánica), que toma como primer referente ideológico y propagandístico a Wright, pero que buscará otro guía como mayor referente para el futuro. Esta figura será la de Alvar Aalto, que comienza su actividad antes de la Guerra, pero cuya máxima actividad se desarrolla después y es enormemente adoptable por el grupo.

Junto con la APAO, hay un grupo importante en Italia que tiende hacia la vía racionalista, el BBPR, en el cual resulta protagonista la figura de Ernesto Nathan Rogers, y que tras la Guerra son el núcleo duro de la arquitectura racionalista en Europa junto con el grupo MARS, en Inglaterra.

En esta situación se producirá el desarrollo posterior de la arquitectura italiana, en clave orgánica, que tendría una gran influencia en la arquitectura española, apoyada por las visitas de Bruno Zevi a nuestro país.



ARQUITECTURA ORGÁNICA. ANTECEDENTES.


En este apartado citaremos tres vías anteriores a la arquitectura orgánica presente en las teorías de Bruno Zevi y en las arquitectura de Alvar Aalto en 1945.

En primer lugar, hablaremos de Antoni Gaudí como figura de la arquitectura naturalista, que fija su atención en la naturaleza para el desarrollo de la arquitectura. Si bien la fuente es la misma, no podemos relacionar los métodos con los de la arquitectura orgánica, ya que Gaudí copia formas mientras que los orgánicos, como hemos comentado, copian patrones de la vida de los seres vivos. Esto lo vemos con ejemplos como las obras Milá, Batlló o el Parc Güell, que ilustramos en la presentación. En ellos vemos cómo la inspiración en formas naturales, como la disección de un ser vivo, la representación de un acantilado o de un camino cercado por elementos vegetales marcan la arquitectura de Gaudí.

En segundo lugar tenemos la influencia de Erik Gunnar Asplund, en el sentido del regionalismo de la arquitectura, también presente en Gaudí, y de cómo ésta debe ser adecuada al paisaje y a su ambiente, tanto en formas, como en construcción y materiales empleados. Esto va a tener gran influencia en Aalto, cuyas obras destacan por la adecuación vernácula al lugar de emplazamiento.

En tercer lugar, encontramos la herencia de Frank Lloyd Wright, ligado a su maestro Louis Sullivan. De ellos extraemos el sentido de arquitectura orgánica como elemento pedagógico para enseñar una relación con la naturaleza que se rompe con la ciudad. En esto juega un papel importante la tradición americana, que ha estado siempre imbuida de una espíritu orgánico que Sullivan citaba en el libro Leaves of Grass, de Whitman. Además de esto, es primordial en la arquitectura orgánica la relación entre forma y función de una obra que propone Wright. La forma y la función deben ser pensados como una sola cosa, evolución desde el “Form Follows Function”, clave en la arquitectura de la Escuela de Chicago, a la que asociamos a Sullivan.



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