2011/05/04

ARQUITECTURA ORGÁNICA. APROXIMACIÓN 5 (DESARROLLO FINAL).

ARQUITECTURA ORGÁNICA. DEFINICIÓN.

El concepto orgánico no es fácil de definir y tampoco lo es acotar su extensión en el campo de la arquitectura. La primera impresión de relación con lo natural tiene una buena carga de matices que hacen una primera aproximación. En primer lugar, definimos la arquitectura orgánica como movimiento o estilo que se identifica con la naturaleza en la búsqueda de principios naturales subyacentes, los cuales atañen a su desarrollo y crecimiento. Arquitectónicamente esto se traduce en una humanización de los espacios arquitectónicos. Frente a la arquitectura racionalista, promovida por figuras como Le Corbusier, la arquitectura orgánica, que encontrará su máximo exponente en Alvar Aalto, responde a una relación más estrecha con el hombre, al cual se adapta en forma y funcionamiento.

El espacio orgánico es fluido, representa la vida humana en su relación con el hombre y constituye una simbiosis con él contrariamente al racionalismo, que se centraba en dar motivos canónicos a la arquitectura trascendiendo la individualidad del habitante. La contraposición con el racionalismo lleva a una libertad mayor en el aspecto decorativo de la arquitectura, que va más allá de las formas blancas y desnudas. Este espacio se ve materializado por un material que, superando el funcionalismo que basaba en el hormigón armado y los acabados blancos su arquitectura, posee una expresividad espacial mayor. Deberá seguir su propia forma lógica, que participará activamente en la forma total de la obra arquitectónica. En este sentido, el material debe ser al edificio, lo que es el ADN para un ser vivo.

Podemos tratar con tres comparaciones la relación de arquitectura racionalista frente a la arquitectura orgánica, intentando delimitar a esta última. En primer lugar, la arquitectura racionalista surge, como su nombre indica, del raciocinio, del pensamiento, en contraposición con la arquitectura orgánica, que nace de la intuición; la primera resuelve el problema arquitectónico de modo general y cuantitativo, la segunda de modo particular y cualitativo; una se basa en la geometría pura y la estereometría, la otra no sigue ninguna de ellas.


ARQUITECTURA ORGÁNICA. ANTECEDENTES.

En este apartado citaremos tres vías anteriores a la arquitectura orgánica presente en las teorías de Bruno Zevi y en las arquitecturas de Alvar Aalto en 1945.

En primer lugar, hablaremos de Antoni Gaudí como figura de la arquitectura naturalista, que fija su atención en la naturaleza para el desarrollo de la arquitectura. Si bien la fuente es la misma, no podemos relacionar los métodos con los de la arquitectura orgánica, ya que Gaudí copia formas mientras que los orgánicos, como hemos comentado, copian patrones de la vida de los seres vivos. Esto lo vemos con ejemplos como las obras Milá, Batlló o el Parc Güell, que ilustramos en la presentación. En ellos vemos cómo la inspiración en formas naturales, como la disección de un ser vivo, la representación de un acantilado o de un camino cercado por elementos vegetales marcan la arquitectura de Gaudí.

En segundo lugar tenemos la influencia de Erik Gunnar Asplund, en el sentido del regionalismo de la arquitectura, también presente en Gaudí, y de cómo ésta debe ser adecuada al paisaje y a su ambiente, tanto en formas, como en construcción y materiales empleados. Esto va a tener gran influencia en Aalto, cuyas obras destacan por la adecuación vernácula al lugar de emplazamiento.

En tercer lugar, tenemos la herencia de Frank Lloyd Wright, ligado a su maestro Louis Sullivan. De ellos extraemos el sentido de arquitectura orgánica como elemento pedagógico para enseñar una relación con la naturaleza que se rompe con la ciudad. En esto juega un papel importante la tradición americana, que ha estado siempre imbuida de una espíritu orgánico que Sullivan citaba en el libro Leaves of Grass, de Whitman. Además de esto, es primordial en la arquitectura orgánica la relación entre forma y función de una obra que propone Wright. La forma y la función deben ser pensados como una sola cosa, evolución desde el “Form Follows Function”, clave en la arquitectura de la Escuela de Chicago, a la que asociamos a Sullivan.


ARQUITECTURA ORGÁNICA. CONTEXTO HISTÓRICO Y ARQUITECTÓNICO.

Un punto de partida en el desarrollo de la arquitectura orgánica es Bruno Zevi, que aparece en la escena arquitectónica en la situación de Italia de posguerra, donde todavía figuras como Marcello Piacentini tienen una importancia que irá desapareciendo con la influencia cada vez mayor de generaciones más jóvenes, ajenas a la arquitectura del fascismo.

La formación de Bruno Zevi, que nació en 1918, se completa en Inglaterra y, posteriormente, en Estados Unidos, al tener que emigrar de Italia en 1938 debido a las leyes raciales promovidas por el gobierno de Mussolini. En América Recibe clases de Walter Gropius y, aunque recibe cierta influencia de él, su encuentro con Frank Lloyd Wright lo fascina y le hace ver cómo el futuro de la arquitectura italiana está más relacionado con un viejo americano que con el movimiento racionalista europeo.

Al volver a Italia, Zevi publica las dos obras clave que marcan el devenir de la arquitectura: "Hacia Una Arquitectura Orgánica", que se sitúa frente al “Hacia Una Arquitectura” de Le Corbusier, y "Saber Ver La Arquitectura". En ellos, se presenta la arquitectura orgánica como un nuevo estilo más de la arquitectura, además de hacer una crítica a la crítica e historiografía arquitectónica anterior. Relativa a esto, es la aparición del grupo APAO, Asociación Por la Arquitectura Orgánica, fundada por el propio Zevi en el año 1944. Desde ahí promueven las obras orgánicas, primeramente modestas y no construidas. El grupo tiene como primer referente ideológico y propagandístico a Wright, pero buscará otro guía como mayor referente para el futuro. Esta figura será la de Alvar Aalto, que comienza su actividad antes de la Guerra, pero cuya máxima actividad se desarrolla después y es enormemente adoptable por el grupo.

Imprescindibles para entender la arquitectura orgánica son ciertas obras de estos dos autores. A destacar: las conocidas casas Robie y Kaufmann, los laboratorios Johnsonn Wax y el Museo Guggenheim de Nueva York, de Wright, y la Biblioteca de Viipuri, el Sanatorio de Paimio y el Pabellón de Finlandia en la Exposición Universal de Nueva York de 1939.

La APAO convive en su difusión teórica en Italia con la tendencia racionalista, protagonizada por el grupo MSA (Movimento di Studi pero l´Architettura), en el cual destaca Ernesto Nathan Rogers como figura principal. Éste trabaja en el grupo BBPR, que tiene la autoría de obras como la Torre Velasca en Milán. La tendencia racionalista italiana se convierte en el principal núcleo duro, junto con el grupo MARS en Inglaterra, de la arquitectura racionalista tras la Guerra Mundial, focalizando ambos los CIAM posteriores a ésta.


LA ARQUITECTURA ORGÁNICA EN ITALIA. AUTORES Y OBRAS.

En 1985, Peter Blundell Jones recibe la contestación a una carta de Bruno Zevi, en la cual éste habla acerca del movimiento orgánico, sus premisas, y sus protagonistas. En él nos encontramos parte de los nombres que vamos a desarrollar a continuación.

En primer lugar hablaremos de Giovanni Michelucci. En su obra hay una gran evolución que pasa del racionalismo a un organicismo con clara tendencia expresionista. Este cambio se ve plasmado en la sucesión de sus obras.

En un principio, nos encontramos con la Estación de Santa María Novella, en Florencia, gran ejemplo de la arquitectura racionalista italiana, y remarcable por su uso de los materiales y distribución funcional. El contraste es grande cuando comparamos la estación con un edificio como el del Monte Paschi de Siena en Colle di Val d´Elsa, en el que el uso de materiales es mucho más diverso y la creación de espacios muy distinta. Lo mismo pasa cuando vemos las iglesias de la Autostrada delle Sole en Florencia, y la de la Consolazione, en las cuales aparece un uso claramente expresionista del hormigón armado, y unos espacios acentuados por la luz que incide en el material.

El trabajo de Leonardo Ricci, al igual que el de Michelucci, se desarrolla en el ámbito de la región de Florencia. Fuertemente influenciado por la obra de Wright, su arquitectura es una búsqueda en la que trata de establecer nuevas relaciones dentro de la sociedad a través de espacios arquitectónicos en los que la importancia del entorno y el territorio juegan un papel fundamental.

En el proyecto de su casa propia en Montereinaldi, Florencia (1950-68), situado en una ladera con vistas hacia la ciudad, juega con el valor tradicional de la casa y su singular situación, dando como posterior resultado, debido al éxito de la propuesta, la aparición de una pequeña comunidad de residentes. Lo mismo profundiza aún más con su proyecto de Villaggio Monte degli Ulivi en Riesi, Sicilia (1963-66), en donde el encargo de una pequeña comunidad evangélica le sirve para desarrollar un conjunto en donde se potencia la vida social derivada de las características de lugar y de la propuesta arquitectónica.

Por otro lado, Carlo Scarpa destaca por entrelazar la tradición y la modernidad sintiendo una singular sensibilidad por la región del Véneto. Hace un gran uso de los materiales como la piedra, yeso, acero, vidrio y hormigón, que le permiten generar diferentes secuencias o atmósferas. Su arquitectura es reconocible por la estratificación, las capas y la interacción dinámica de los planos.

La figura clave en su formación fue Frank Lloyd Wright, así como fue influido por De Stijl y la arquitectura japonesa. No podemos decir que Scarpa pertenezca a una determinada escuela, siempre fue capaz de ser él mismo ante cualquier circunstancia, pero sí podemos establecer un vínculo entre sus obras de los años 50 con la arquitectura orgánica.

La restauración y reutilización de edificios antiguos fue una parte fundamental de su actividad, donde desarrolla un método de de yuxtaposición de niveles y fragmentos entre lo nuevo y lo antiguo, logrando generar en el espectador la sensación de atravesar estratos de tiempo. Un ejemplo de éste método es el Museo Castelvecchio en Verona, donde los pavimentos, muros y los materiales generan un sobrio espacio para albergar las obras de arte.

Scarpa no pretende imitar lo antiguo con su obra, sino que interpreta la historia de la arquitectura italiana incorporando esos valores en la arquitectura contemporánea. Tiene un lenguaje propio que le permite recuperar los recuerdos latentes en un lugar concreto.

En cuanto a obras clave en la propia Roma, la Fosa Ardeatina, situada al sur de la ciudad, la fue la primera obra llevada a concurso en Italia de Posguerra. Conmemora a 335 ciudadanos italianos fusilados por las tropas nazis como respuesta a un atentado contra estos últimos. El proyecto es llevado a cabo por un grupo de arquitectos y escultores: Nelso Aprile, Cino Calcaprina, Aldo Cardelli, Mario Fiorentino, Giuseppe Perugini, Francesco Coccia y Mirko Basaldella.

Está concebido como un espacio semienterrado cubierto con una enorme losa de gran canto de hormigón que oculta las lápidas y que deja traspasar a través de una rendija perimetral una tenue luz al interior, creando una atmósfera interior en estrecha relación con la escala humana. Siguiendo ideas orgánicas, el monumento se concibe como un símbolo de antimonumentalidad, en donde el recorrido y la estructuración del entorno son claves para entender la obra.

Además de ésta nos encontramos con la estación de Termini en Roma, realizada en varias fases. Primero se construyeron los laterales y los andenes según proyecto de Mazzoni, y posteriormente se pasa a construir una nueva fachada a la estación, como símbolo de la nueva fachada de Italia. El concurso lo gana un grupo de arquitectos jóvenes, entre los que figuran Vitelozzi y Montuori. En síntesis, la obra es la articulación de tres elementos. Uno de ellos es la galería, que enlaza los otros dos: un vestíbulo con marquesina, elemento plástico, y un rascacielos horizontal. Esta actuación es el nexo de unión entre la arquitectura racional de los años 30 y 40, representada por el rascacielos horizontal, y la arquitectura orgánica que vendría después, visible en la ondulación de la terraza.


LA ARQUITECTURA ORGÁNICA EN ESPAÑA. AUTORES Y OBRAS.

La arquitectura española desde los años 50 no se podría entender sin la figura de Zevi y el movimiento orgánico al que acompaña. Es en el año 1949 cuando la arquitectura española comienza a transformarse. La figura de Bruno Zevi es imprescindible para entender la arquitectura moderna española de la mitad del siglo XX. Esta arquitectura la podemos ver en clave orgánica, influenciada por el propio Zevi, entre otros autores. Esto se debe a una transformación que parte de la restricción del poder dictatorial sobre la arquitectura, y que comienza en 1949 con las conferencias organizadas por el Colegio de Arquitectos de Cataluña en 1949, en las cuales se invita como ponentes a personajes como Alfred Laden, Gabriel Sartoris o Alberto Sartoris para discutir y debatir sobre el Movimiento Moderno y, sobre todo, para proponer nuevas alternativas arquitectónicas a las dadas en la España del momento. Es en ese momento cuando se redescubre el mediterraneismo como escenario ilusorio de una continuidad espacial y temporal con una arquitectura vernácula que sería clave en el devenir de la tradición arquitectónica española.

Tras este primer contacto, Bruno Zevi es invitado por Moragás a Barcelona para ofrecer unas conferencias en las cuales expone las conclusiones y temas abordados en el CIAM VII de Bérgamo del año anterior, además de promover la corriente de ideas que provienen de su grupo APAO y de los manifiestos de la arquitectura orgánica. Esta exposición terminó con el ejemplo de la Biblioteca de Viipuri, de Alvar Aalto, lo que llevó a que se invitara a este arquitecto a dar conferencias en Madrid y Barcelona en 1951.

Éstas conferencias influyen profundamente en la creación del Grupo R en España en el agosto de 1951. El grupo lo configuran Cocerch, Valls, Bohigas, Gili, Martorel, Pratmarsó, Sostres y Morarás. El objetivo era generar debates sobre arquitecturas internaciones, proponer nuevas temáticas haciendo frente a ese ambiente académico y retrógrado de la disciplina arquitectónica.

En un listado de autores habría que destacar la figura de José Antonio Coderch, que asistió a los CIAM gracias a la invitación de Sert, que por aquél entonces estaba presidiendo los congresos, y también por su participación en el Team X. La actitud de Coderch era, en cierto sentido, de apatía por lo convencional y canónico, incluso a la hora de la transmisión de ideas, aspecto respecto al cual se mostraba poco partidario.

En su obra nos encontramos con varios principios que reflejan su planteamiento de la arquitectura, como son la unicidad de la obra, la respuesta al lugar y la recuperación de una tradición. Estos principios pueden ser vistos como adoptados de los de los paradigmas de la arquitectura orgánica, como son el sentido vernáculo de la arquitectura de Aalto y la unidad de una obra como unidad del organismo de Wright. Como paradigmáticas en su obra podemos reconocer, por ejemplo, a las casas Ugalde, Rozes, los edificios como el Girasol, o planes a escala urbana como el polígono Actur Lacua, en Vitoria.

Por otro lado tenemos la figura de Miguel Fisac, que junto con Jose María Sostres tratan de buscar un método válido para ésta nueva época.

Fisac se basa en la búsqueda de la economía y de la lógica constructiva dando siempre una respuesta en sintonía con el lugar y resolviendo lo funcional del programa para finalmente comenzar a darle forma. Para él lo estético es secundario. En este sentido, podríamos llevar un paralelismo a la arquitectura coetánea italiana, con Pier Luigi Nervi a la cabeza en la línea de Fisac. Conviene destacar el papel que desarrolla en los sistemas de prefabricación en hormigón hacia los años 60 con su invención de las “vigas-hueso”, que le permitían salvar grandes luces con muy poco peso debido a la alta resistencia de las piezas.

Cabe destacar la figura de Francisco Javier Sáenz de Oiza, protagonista de obras como las Torres Blancas o las vivienas El Ruedo, ambas obras en Madrid. Las dos muestran trazas de la arquitectura que venimos hablando. Especialmente las Torres, que según palabras del propio arquitecto se asemeja a "un árbol que parte desde el suelo".

También importante es la obra de Higueras y Miró, que se debe ver a través de la influencia recibida de gran número de precursores, entre los que se pueden contar ejemplos como Wright, Breuer, Sert, Costa o Saarinen. Sobre todo la influencia de Nervi a la hora del tratamiento de las obras dando protagonismo tanto a la expresividad de los materiales como al desarrollo estructural. En esta vía están las obras que exponemos, el Centro de Restauración de la Ciudad Universitaria de Madrid, la vivienda museo para María José Huarte y el concurso Teatro de la Ópera de Madrid.

También juntos trabajan Antonio Miró y Federico Correa, llegando a soluciones arquitectónicas que se asemejan a las adoptadas por los principios del movimiento orgánico, recordando obras como el Edificio Atalaya, o la Sala de Fiestas Up and Down, a las formas canónicas de Frank Lloyd Wright, como son las disposiciones cruciformes y anguladas de algunas viviendas del arquitecto americano.

Por último, citamos la obra de Oriol Bohigas, cuyo plan Clichy junto al Sena, en París, recuerda a las soluciones urbanas orgánicas de años anteriores y el Pabellón del Futuro de la EXPO de Sevilla, cuya cubierta ondulada da reminiscencias a la terraza de la Estación de Termini, en Roma.

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